Nuestras directrices a la hora de recuperar los cuadrantes solares andalusíes han sido las más lógicas y coherentes, y las únicas posibles si queríamos hacer un trabajo bien hecho. Por un lado, hemos recuperado varios cuadrantes siguiendo la metodología arqueológica más rigurosa, para obtener unos cuadrantes que son imitación fidedigna de los relojes primitivos, tal y como los concibieron los artífices árabes, y tal como los veríamos nosotros ahora, de no ser porque en los museos sólo hay fragmentos. Dentro de este primer grupo que podríamos llamar "réplicas fidedignas" se hallan el cuadrante de Medina Azahara, el cuadrante de Âhmad ibn a.s-.Saffâr, y el que se encuentra en el museo de Almería.
Por otro lado, para un segundo grupo de piezas hemos optado por dar el enfoque de la "recreación", porque sus estilos caligráficos eran pésimos y no merecía la pena reproducirlos tal cual (como es el caso del reloj solar que hay en Granada), o porque su diseño primitivo no era apto para ser grabado en mármol (como el Relogio de la Piedra de la Sombra, que está en un manuscrito, y en el que las leyendas de las horas se superponen sobre otros elementos, y así sería imposible grabarlo en buenas condiciones). También del calendario árabe hemos preferido hacer una versión mejorada del original.
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